sábado, 29 de junio de 2013

かわいい江戸絵画, 府中市美術館 Cute Edo Paintings, Fuchu Art Museum



¿Qué es lo bonito y desde cuando nos gustan las cosas bonitas? es una de las preguntas con las que iniciaba esta exposición y de lo que más se me quedó grabado en la mente. Haciéndonos recapacitar en estos detalles la exposición nos llevó por diferentes estilos, pinturas y otras obras de arte de la época Edo. 

La expresión "kawaii" かわいい(bonito) es muy popular en nuestros días. Tanto, que hasta empieza a ser usada así, en japonés, en otros idiomas. Últimamente he notado que no es una palabra que les haga mucha gracia a los japoneses, especialmente a los mayores de 60 años. Cuando alguien dice "kawaii" responden con un: mmmmm, ya todo es "kawaii", ya ni sé que es "kawaii", etc. La verdad es que sí, ahora se puede decir "kawaii" de casi todo. Los muñequitos como Hello Kitty o Rilakkuma, el manga, la presentación de la comida, la ropa, en fin, es una expresión muy conveniente, pero no siempre refleja la realidad de las cosas. Peor aún, más recientemente se mezcla con otras expresiones para ser supuestamente más específica. Por ejemplo: "Kimo-kawaii" (algo desagradable pero bonito (¿?)) 


Pero volviendo a la exposición, se nos explicó como "kawaii" en sus orígenes era una palabra para referirse a algo desvalido, o vergonzoso. Más que ser bonito, como lo entendemos ahora, era pobrecito. No es de sorprenderse que en japonés bonito y pobrecito sean tan parecidos: "kawaii" y "kawaiso". El gusto por las cosas bonitas o pobrecitas dentro de la sociedad japonesa empezó a ser evidente a partir del periodo Heian (S.VIII-XII) pero no se representaba en la pintura, sólo en la literatura. La explicación que da la exposición es que, en esos siglos, la pintura tenía un uso diferente. La pintura se usaba no para representar los sentimientos humanos sino para registrar eventos o paisajes de manera más realista. La representación de los sentimientos se dio en el siglo XVIII, así, además de registrar los animales que veían, los japoneses de entonces le daban ciertas expresiones humanas a sus ilustraciones, creando sentimientos en quienes los observaban. 

Las características más interesantes de los dibujos que eran considerados bonitos en ese tiempo, es que tienen algo de irreal. No son pinturas que buscan imitar la realidad. Por ejemplo los animalitos de la siguiente foto: nos da perfectamente la idea de qué animales son, pero no los refleja tal y como lo veríamos en la realidad. Son trazos muy simples y delicados. 


Otra de las características es que pueden ser imágenes totalmente fuera de la realidad pero que no son monstruosas sino tiernas o interesantes. El simple hecho de imaginarlo o verlo saca una sonrisa a quien las ve. Esto era en el siglo XVIII pero en el fondo no ha cambiado demasiado, pensando en los dibujos como Kitty o las ilustraciones de los manga vemos que se sigue la misma línea. Ilustraciones de relativamente pocos trazos, simplificados, exagerados y un poco fuera de la realidad pero que tranquilizan alguna parte del alma humana porque saca nuestro instinto de protección, tal y como sucedía con los japoneses del periodo Edo. 

Esta exposición me gustó muchísimo. Lástima que fui en día festivo y había muchísima gente, era difícil de admirar con tranquilidad todas las obras. Otra cosa que no me gusta mucho de algunas exposiciones aquí es que durante el tiempo de las exhibiciones cambian algunas obras justo a la mitad. Así que si vas una vez cuando empieza la exhibición te pierdes de algunas obras y para verlas todas tienes que ir dos veces. Es cierto que la segunda vez te cobran sólo la mitad del boleto, pero a veces es complicado llegar a los museos o hacerse un espacio para ir. 

Por otra parte, hace mucho que no reflexionaba sobre la palabra "kawaiI" pero gracias a esta exposición pude aprender mucho más de la historia de este término y, también, a tratar con un poco más de cuidado la palabra. A mí me gustan mucho las cosas bonitas, pero intentaré expresarlas con otras palabras para transmitir su belleza real. 




lunes, 17 de junio de 2013

Chocolate, the exhibition


Fig.1. Boleto

 En el otoño e invierno pasados es Museo Nacional de Ciencias presentó la exposición Chocolate. Esta no es una exposición hecha específicamente para el público japonés, sino que fue adaptada de la original del Field Museum en Chicago y se le añadió la parte de la historia del chocolate en Japón. Aquí también me puse de acuerdo con una amiga y nos lanzamos a la aventura hasta Ueno (nos queda algo lejos). En esta exposición, a diferencia de la mayoría, estaba permitido tomar fotos a casi todas las piezas (excepto los originales mayas y aztecas).
 El objetivo principal de esta exposición era dar a conocer a los japoneses el origen del chocolate y su preparación. A pesar de que Japón es un gran consumidor de chocolate la mayoría desconoce casi todo de él y tienen muchas creencias equivocadas. 
 La exposición estaba dividida en cuatro partes. La primera que hablaba de la botánica y las semillas de cacao. La segunda que abarcaba la historia de cómo los hombres habían empezado a consumir este producto hasta nuestros días. La tercera que explica el proceso de producción de los chocolates en la actualidad y la cuarta sobre detalles interesantes relacionados con el chocolate.  

 Fig. 2 Entrada a la expo 

a exposición tenía una palabra clave, el nombre científico del cacao, Theobroma cacao = la comida de los dioses. Me pareció muy interesante que recalcaran tanto este término, al igual que la mayoría de los japoneses yo también lo desconocía. Otra de las cosas sorprendentes (para mí) es que casi todos los japoneses (o todos) que estaban en la exposición en ese momento nunca habían visto un árbol de cacao o la semilla del cacao. Todos decían: ¡Qué grande es la semilla! ¡Nunca imaginé que fuera así! ¡Nunca había pensado en el árbol!. Su segunda sorpresa era que el origen del cacao no estaba en África sino en México y Centroamérica. ¿Qué el chocolate no era de Ghana? ¡Hemos vivido engañados! (En Japón el chocolate más famoso se llama Ghana, porque está hecho de cacao de allá, pero ellos no saben que la industria africana del cacao es relativamente nueva) Yo, tengo que decirlo, me sentía muy orgullosa y me daban ganas de decirles: sí, sí, el cacao es mesoamericano, jaja. Pero para eso estaban las siguientes salas.

Fig. 3. Lugares donde se produce el cacao actualmente

La segunda sala nos mostraba códices mayas y aztecas en los que se representaba a gente cosechando y preparando la bebida de chocolate. También había vasos mayas en los que se bebía el chocolate. La tercera sorpresa para los visitantes es que en su origen el chocolate no se bebía dulce, sino agrio o picante, que se le daba un color rojo con achiote. Un detalle que me gustó mucho de esta exposición es que había muchos términos poco conocidos en Japón y todos estaban muy bien explicados (nombres de chiles y otros frutos en México, detalles de los gobernantes Aztecas, etc.) La cuarta sorpresa y quizá la más impactante fue la de la palabra "chocolate". Como suele pasar con muchas cosas de la vida diaria, pocas veces nos ponemos a pensar en su origen y suelen pensar que chocolate viene del inglés "shocoleit" (jaja) y ya. Aquí claramente se explicaba que el "chokoreeto" japonés viene del inglés "chocolate" que viene del español "chocolate" que viene del "Azteca" (como decía en el folleto) "xocolatl" 

                                       Fig. 4. Diferentes semillas de cacao


La siguiente sala habla de cómo el chocolate se fue convirtiendo en lo que ahora conocemos después de la llegada de los españoles a América. Al contrario que los pueblos indígenas quienes mezclaban el chocolate con agua y especias, los europeos prefirieron mezclarlo con leche de vaca. También fueron ellos quienes se encargaron de llevarlo a otras partes de Europa y a darle esa aura de bebida prohibida por sus efectos. Lo mejor de esta parte de la exposición es que se presentaron los "artefactos" que se usaban (aún se usan) para hacer el chocolate. Los molinillos, las chocolateras, las tazas donde se servían, todo para combinar perfecto con la nueva cultura del chocolate. 

Fig. 5. Línea del tiempo del chocolate 


Ya a mediados del siglo XIX el cacao se lleva a África para ser parte de una producción industrial. Es aquí donde aparece Ghana, la tierra del chocolate según los japoneses. Como mencioné antes, lo especial de esta exposición es que se añadió la parte que explica la historia del chocolate en Japón, la cual yo desconocía y me pareció muy interesante. 
 El primer contacto de los japoneses con el cacao fue en el siglo XVIII por medio de los mercaderes extranjeros que llegaban a Nagasaki. Rápidamente tomaron nota de las semillas y las registraron en sus libros de botánica. A la bebida le llamaron "shokuraato". En ese entonces no se hizo popular, fue hasta que empezó el gobierno Meiji que empresarios japoneses fueron enviados a Francia para observar cómo se producía el chocolate. Para 1878 el nombre ya había cambiado a "shokoreitou" más cercano al inglés. Es hasta 1918 que una empresa japonesa empezó a producir por completo (desde la cosecha del cacao hasta la distribución de las barras de chocolate) el chocolate y fue la empresa Morinaga. En 1926, junto con el inicio de la era Showa, el chocolate empezó a popularizarse en Japón. 

Fig. 6. Sr. Chocolate, el guía de la expo

Desgraciadamente, con la guerra, el chocolate se volvió a convertir en un lujo inalcanzable para la mayoría de las personas. Con el final de la guerra y la entrada de las tropas estadounidenses el chocolate era un producto que se encontraba en el mercado negro, también era algo que los soldados solían regalar a los niños japoneses en las calles. Era tan popular y tan deseado que las barras de chocolate llegaron a ser parte de un premio de la lotería en 1950. Esta es una cara  del chocolate totalmente desconocida para mí, me dio mucho gusto poder saberlo. 

Lo mejor de la exposición es que todas las salas olían a chocolate. La razón estaba en la última parte ya que había una pseudo fábrica de chocolate en la que te enseñaban todo el proceso. Cómo se trituran las semillas, cómo se saca la manteca de cacao, cómo se tempera el chocolate para que no le salgan puntitos blancos cuando se hacen las barras, etc. No sólo nos lo mostraban, nos hacían sentir los cambios de temperatura y el ruido por el que tiene que pasar el chocolate para llegar a nuestras manos. Ahora disfruto más comer chocolates. Abajo dejo más fotografías de la exposición.  

Fig. 7. códices mayas acerca del cacao 

Fig. 8. Molinillos y tazas 


Fig. 9. Fábrica de chocolates


Fig.10. Pandas de chocolate

http://event.yomiuri.co.jp/chocolate/

domingo, 9 de junio de 2013

Un nuevo blog, pero ahora sobre exposiciones en Japón :D

 Una pequeña introducción para un nuevo blog.

Revisando mis notas sobre exposiciones y museos que he visitado mientras estoy en Japón pensé que valía la pena registralas como hago con los dulces para aclarar mi mente y ver qué cosas nuevas puedo aprender de Japón y los japoneses viendo cómo interactuan con sus museos, el arte, saber más sobre lo que les interesa y cómo se ven a ellos mismos (cuando las exposiciones son sobre Japón) y al mundo (cuando son de otros países). 

También he notado que en muchas de estas exposiciones, con excepción de grandes museos muy populares como algunos que están en Ueno, los visitantes extranjeros son escasos. Entiendo que en los viajes a veces no se cuenta con mucho tiempo para estar visitando galerías, pero con la gran variedad de exposiciones que ofrece esta ciudad estoy segura de que en cualquier momento que se visite se podrán encontrar mínimo 2 o 3 exposiciones muy interesantes para los visitantes. Dejando de lado que muchas de ellas no tengan traducción al inglés, las imágenes y la disposición de las obras ya nos dicen mucho. Así que, si tienen oportunidad de venir anímense a pasearse por algunas salas de museo de Japón, aún esas que no salen en las guías de viaje. 

Tengo la impresión de que aquí la gente se anima más a los museos y exposiciones que en México, a pesar de que hay más museos en la Ciudad de México que en Tokio. Por otra parte, yo no tengo relación con el arte y por lo tanto no puedo hacer una crítica desde ese punto de vista, pero me he dado cuenta que los museos y los encargados son muy hábiles para hacer promoción y también para elegir lo que van a exhibir. Por ejemplo, aunque algunos temas puedan parecer trillados como el Ukiyo-e (no estoy diciendo que lo sea, sólo que algunos pueden decir, ¡Ah! más Ukiyo-e, ya lo conozco...), los puntos de vista con los que arman una exposición suelen ser originales y te dan una visión totalmente diferente de las mismas cosas.

 Además las tiendas del museo son una tentación, acepto que en México soy igual, mi lugar favorito de los museos es la tienda, aunque las salas también las disfruto mucho. De todo esto y otros detalles iré contando en las entradas de este blog que para nada pretende ser una clase de arte ni mucho menos, todo lo que aquí escribo son impresiones personales de alguien que se dio cuenta que tenía una credencial de estudiante y muchos, muchos descuentos a la mano que tenía que aprovechar. 

Espero que les agrade la selección y puedan descubrir, como yo, algunos detalles interesantes y diferentes de Japón.

Snoopy Japanesque スヌーピーX日本の匠展 Snoopy X Japanese Craftsmanship



                                                  Fig. 1. Boleto de la expo

 El mes pasado, casi sin planear nada porque ya faltaba poquito para que acabara la exposición, fui con una amiga a ver esta exposición. Como ya he comentado en mi blog Wagashi-Dagashi, los japoneses adoran todos los personajes e ilustraciones bonitas, sin importar de qué lugar del mundo vengan. Yo sufro la misma debilidad que los japoneses, así que ahí estoy, atrás de ellos en las filas de los museos, tiendas, exposiciones, autobuses y cualquier cosa relacionada con ellos. 

 El objetivo de esta exposición era no sólo el de mostrarnos dibujos de Snoopy como todos lo conocemos, sino desde una perspectiva de artesanos japoneses de alto nivel. Es decir, aquellos que se dedican a hacer trabajos de cerámica, bordado, madera, vidrio, metal muy finos y que cuentan con el título de 匠 (takumi) = maestro por la asociación de artes de Japón. Veamos cómo es queadaptaron y adoptaron estos maestros a Snoopy en el arte japonés. 

 Sobra decir que en la mayoría de las exposiciones y museos está prohibido tomar fotos así que espero aumentar mis habilidades de descripción y que puedan disfrutar lo más posible del contenido. 

                                            Fig. 2. Folleto de la expo

Ahora sí, comencemos. La exposición se llevó a cabo en el octavo piso de la tienda departamental Matsuya Ginza. En Japón es muy común que los grandes almacenes cuenten con una galería de arte en la cual hacen grandes exposiciones durante el año. Algunas están tan llenas o más que los museos nacionales. No conozco la situación en otras partes del mundo, pero en México no recuerdo que las tiendas departamentales suelan tener este tipo de galerias así que las primeras veces que iba a tiendas a ver exposiciones me parecía un poco exótico. Pero hablaré acerca de esta característica japonesa en otra exposición relacionada con eso. 

 La exposición estaba dividida en 3 salas. La primera cubría la introducción y una primera obra hecha por el maestro "líder" de la exposición, Yoshiteru Otani, un muy reconocido artista de caligrafía mural, quien era amigo de Charles Schulz (el creador de Snoopy) y gracias a quien se pudo llevar a cabo este evento. Pasando la introducción nos encontramos con algunas de las primeras tiras cómicas y muñecos de peluche, plástico, etc. de Snoopy. 

 Ya que habíamos entrado en calor recordando un poco la historia de Snoopy y cómo había evolucionado de una caricatura muy normal de un perrito al superfamoso Snoopy que tenemos en nuestra mente, nos encontramos en la segunda sala con las primeras ilustraciones-caligrafía (ver las fotos más abajo) que incluyen caracteres chinos muy utilizados en Japón, combinados con Snoopy, haciendo una perfecta fusión de elementos. Grandes estatuas-lámparas con forma de Snoopy, lamparas de mesa y los grandes murales caligráficos que eran el gran atractivo de la exposición. 

En la tercera y última sala nos esperaban todos los trabajos de los maestros. Hermosos kimonos teñidos y bordados con la figura de Snoopy, tan bien hechos que el perrito nunca rompía con la gracia y delicadeza de esas artes japonesas. Biombos, cerámica, laca, todas esas artes que representan a Japón en una gran combinación con Snoopy y su simpatía.



Fig. 3. Postales 

 La exposición me pareció muy interesante, un punto de vista totalmente de Snoopy y, sobre todo, una demostración de cómo las artes finas y tradicionales no están peleadas con personajes como Snoopy. El único detalle es que fuimos muy cerca del fin de la exposición, había demasiada gente y, en lo personal, me pone nerviosa no poder leer tranquilamente las descripciones de las piezas y me da por ver todo rápido por la presión de tener tanta gente atrás. De ahí en fuera todo muy bonito. Por supuesto, la tienda con los productos estaba llena de cosas de Snoopy no sólo relacionadas con la exposición. Para los fans de Snoopy era todo un paraíso y para los demás también, lo malo es que dan ganas de comprarlo todo. También había algunas réplicas de las piezas expuestas y otras piezas originales estaban a la venta. Si no mal recuerdo uno de los kimonos costaba aproximadamente 300,000 o 400,000 yenes unos 35mil-45mil pesos mexicanos (3000-4000 USD) No se me hizo nada caro a comparación de los kimonos que hay en las tiendas, teniendo en cuenta que estos eran piezas únicas. 

 Ojalá que esta exposición visite otras partes de Japón y, en el futuro, también los Estados Unidos (y el mundo), para que vean cómo se adaptó este personaje tan representativo de los Estados Unidos a la visión de los artistas japoneses. 

Más información en el sitio oficial (Desconozco si después de un tiempo que termina la exposición estos sitios desaparecen, pero hoy se puede ver)